Wednesday, November 28, 2007

DIARIO DE UN ANFITRIÓN Cervantino (3)



1945 hs.
Oficinas del FIC

Anuncio que hemos llegado. Carlos Reyes me pregunta que si he conocido ya a todos. Me advierte sobre la dificultad de trabajar con Nacho. “Se me había olvidado comentarte que viene él, pero no te preocupes, no estará con ustedes en toda la gira.” Yo pienso, que eso es un alivio y ni siquiera he estado con Nacho más de dos horas, puede que no sepa ni lo que pienso.

2000hs.
Cena con Brenda.

Brenda me ayuda a revisar la bitácora, me dice algunas cosas que Carlos, Yurev y Mauricio ya me dijeron y yo entro en conflicto al no saber si debo decirle “Sí ya sé.” O “Muchas gracias.” Y sonreír con naturalidad o preguntar con asombro “¿En serio?” Me quedo en silencio en repetidas ocasiones por culpa del conflicto sobre cómo reaccionar que ella comienza a hablar más pausado creyendo que no estoy entendiendo muy bien lo que me dice. Pero ella entra en un conflicto aún mayor al no saber qué decirme cuando le pregunto si los anfitriones vemos o no el espectáculo. Brenda decide ir por más comida y yo me quedo en mi lugar con el plato vacío en medio de un buffet enorme pues Nacho amenazó con aparecer en cualquier momento para tener una junta muy importante conmigo y Carlos Clavería y no quiero que me agarre a media cena.
Salgo a la recepción a buscar a Susana para preguntarle cómo voy a entrar al cuarto una vez que den las diez, mientras Brenda termina de cenar. No encuentro a la mujer encargada del hospedaje, en cambio encuentro a Emio Greco y a Pieter en el bar del hotel con Nacho Sánchez, instaladísimos, tomando un tequila Don Julio con los dos técnicos de la compañía. Me acerco al coreógrafo italiano y al director teatral holandés para presentarme. “¿Pregúntales si tuvieron un buen vuelo y qué les parece México?” Nacho Sánchez me invita a hacer preguntas cliché, me detengo dos segundos a respirar profundo y Nacho vuelve a preguntar “¿Hablas inglés? O ¿Por qué te quedás callado?” Sonrío a Nacho, sonrío a Emio, sonrío a Pieter, sonrío a uno de los técnicos, el técnico regresa su mirada a una computadora portátil y yo me pregunto qué hace en un bar con una computadora. Nacho se levanta de su lugar y pide a Carlos Clavería y Emio unos segundos para hablar con ellos en privado, me guiña un ojo y me dice “Ahora volvemos Jorge.” Asumo que quiere decirles algo como “Cuidado, nos han puesto un anfitrión con retraso, ¿han visto cómo se queda callado en todo momento?”
Espero varios minutos parado frente a la mesa ridículamente pequeña en donde, segundos atrás, convivían seis personas. Hablo con Pieter sobre algunas trivialidades, de qué mas pueden hablar dos personas extranjeras que se acaban de conocer. Carlos Clavería regresa y me dice “Necesito un juego de copias de esta información.” Nacho nos alcanza para advertirle a Carlos Clavería: “Ten cuidado con esas copias, mejor ve con él, porque Carlos[1] las puede revolver.” Carlos Clavería le dice que sí y me indica que nos apuremos, que desea hacer una llamada. “Ve tú a sacar las copias y te veo aquí en cinco minutos, que son 5 copias y no creo que haya mucho conflicto para tenerlas en orden.”
Regresamos al bar con copias. Nacho guiña un ojo y me dice “Vete a cenar que al rato tendremos la junta.” Me despido de todos y Emio me guiña un ojo. Entiendo que el guiño de ojos formará parte de la gira de una manera permanente.

2100hs.
HFA. Junta con Nacho Sánchez y Carlos Clavería.

Punto por punto, paso por paso revisamos y cotejamos la información que yo tengo con la información que Nacho Sánchez (No Nacho Cano, Nacho Sánchez, Nacho Sánchez, me repito una y otra vez para no confundir, aunque no se parezcan en absoluto.) y Carlos Clavería tienen. Encontramos algunas diferencias, las arreglamos, le surgen dudas a Nacho, le surgen dudas a Carlos, Nacho dice que esas dudas no son importantes, me surgen dudas, Nacho dice que mis dudas no son importantes y Nacho repite sus dudas para que las resuelva, sus dudas sí son importantes. Prometo tener todas las respuestas para mañana, declaro que no estoy muy seguro sobre poder investigar a qué hora abre el banco de al lado y sugiero que vayan personalmente a investigar los horarios, advierto que el camión saldrá mañana a las 0900 hs. y que no esperará a nadie porque es un autobús compartido. Nacho intenta preguntarnos algo pero Carlos Clavería lo interrumpe para decir “Pero esos tipos se están golpeando.” y señala a un tipo que le pega a otro tipo porque éste último le pegó al carro del primero.

2200 hs.
Habitación 1706 HFA

Recibo mi cuarto. Arreglo mis cosas. Hago un resumen escrito del día y reviso la información sobre lo que se hará al día siguiente, como si no la hubiese revisado detenidamente con Nacho Sánchez minutos atrás.

2332 hs.
Termina el día. Mensaje de “todo en orden.” a Mauricio.
[1] Carlos Reyes.

No comments: