Saturday, February 14, 2009

Cartas de Ariel a Emilio


26 de diciembre de 2007
Emilio:
Estoy en un café, que es como un Starbucks, pero no es. Mi hermana tuvo que ir a entregar unas cosas a casa de su amiga la insoportable y le dije Ay Alejandra ve tú, yo te espero en la casa. Y haz de cuenta que soy un desconocido o no sé. No Ariel, no te vas a quedar solo en la casa, me esperas en un café, ¿si quieres? Como si fuera a organizar una fiesta en su casa. Pues ¿cuántos años cree que tengo? ¿15?
Yo ya le hubiera dado un manazo a esa niña. Lleva como cinco minutos brincando en los sillones. Pero su mamá tiene una cara de estúpida. Como tu prima, el día de tu cumpleaños no sé cómo no le dijo nada a su hijo. ¿No veía? Se hacía pendeja. Pero ni para decirle algo porque nos hubiéramos terminado gritando. Y a esta niña ni modo de decirle Mijita ¡basta! ¿Por qué le hablas así a mi hija? Ay señora ¿no ve? se va a caer. Pues sería su problema ¿no? Pues sería el problema de todos porque todos estamos aquí viendo como no cuida a su hija. Y eso de estarse peleando con señoras yo creo que es muy mal visto. Ya se van. Mejor, ya me estaba poniendo muy nervioso.
La mujer de al lado es escritora y súper perica. Qué miedo, ¿Qué le pasa? Está como imitando a sus hijos y se ve muy mal. Se queja que no la dejan escribir, que cuando lo intenta se le sientan en las piernas y le empiezan a picar a la computadora. Bueno, ¿qué pasa con la autoridad de los padres hoy en día? Tan fácil que sería decirle Te calmas, te sientas ahí y te aplacas. Bueno, no sé, supongo. En una de esas resulto ser un padre súper consentidor. Un padre súper padre para mis hijos, pero no por eso un súper padre. Ay ya me imagino. ¡Queremos helado! Agarren. Queremos salir. Salgan. No queremos dormir. No se duerman. No queremos estudiar. No est… no, espera eso sí… pero es que si ya los dejé quedarse despiertos, si ya los dejé comer helado, no creo que me vayan a obedecer si les digo que tienen que estudiar. La educación sí es importante y la verdad yo igual me enojaría si alguien le llama la atención a mis hijos. Pues ¿qué se cree? ¿qué me está tratando de decir? ¿cómo educar a mis hijos? ¿qué es mejor padre que yo? No, yo sólo quería decirle que su hijo está golpeando el respaldo de mi silla. Ah, ¿está pegando? hijo no pegues. No estaba pegando. Mi hijo no estaba pegando. Sí estaba. Ya dijo que no y mi hijo no miente. Porque obvio voy a defender a mi hijo. Pero regresando a lo otro, si ya le dije que sí puede comer helado, ahora cómo le digo que sí tiene que estudiar. Supongo que lo mejor será no comprar helado… por lo menos hasta que vayan a la universidad.
Ay ya llegó mi hermana. Mando esta carta de una vez. Acuérdate de preguntar por los llaveros y me avisas en cuanto te digan qué pasó con eso. Y ya ni te conté todo lo que pasó en navidad, pero será en otra carta. Me voy.
Ariel Suárez.

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