Dios bendiga a Dalton (Fragmento.)

de jorge david muñoz luisillo

GABRIEL: Sólo le hubieras dicho que sí.
FRANCISCO: Pero no me estaba recargando.
GABRIEL: ¿Y qué?
FRANCISCO: ¿Cómo que “¿y qué?”? No me gusta que me ataquen por cosas que no
estaba haciendo.
GABRIEL: Sólo te dijo que no te recargaras en la vitrina.
FRANCISCO: Pero no me estaba recargando.
GABRIEL: Ya sé que no te estabas recargando, pero ella no lo sabía.
FRANCISCO: Pues por eso se lo aclaré: “No me estaba recargando”.
GABRIEL: Le dijiste: “Ya sé lo que es una vitrina señorita y ya sé que no soportan
mucho peso, no soy idiota, no me estaba recargando, sino sabe averigüe.”
FRANCISCO: ¿Ves cómo sí le dije que no me estaba recargando?
GABRIEL: No tenías que ser grosero.
FRANCISCO: No fui grosero. No le dije idiota a ella, ni siquiera me lo dije a mí, al
contrario, aclaré que no soy idiota, no por eso implico que alguien más en ese lugar lo
sea, pero de haber alguien idiota sería ella por no fijarse.
GABRIEL: Desde donde ella estaba, seguro parecía que te estabas recargando.
FRANCISCO: Pues si desde donde estaba no se veía bien se hubiese movido de lugar y
asegurado antes de decirme que no me recargue.
GABRIEL: ¿Y si sí estabas recargado y en lo que se pone a investigar si sí lo estás o es
un efecto y engaño óptico se rompe la vitrina y mueres?
FRANCISCO: Que no soy idiota.
GABRIEL: Pues ella eso no lo sabe.